A 45 años de la muerte de Roberto Clemente

Un 31 de diciembre de 1972 el béisbol recibió una de las noticias más tristes, el fallecimiento de Roberto Clemente.

Ese día, el pelotero boricua viajaba a Managua, Nicaragua, para donar (entre otros productos) alimentos, kits de primeros auxilios, pañales y baterías a las víctimas del terremoto que sacudió a la capital nicaragüense el 23 de diciembre de ese año.

El avión que iba cargado con ayuda nunca llegó, ya que se estrelló en el Océano Atlántico, y el cuerpo sin vida de Clemente no fue encontrado. Tenía 38 años.

A 45 años de su muerte, el legado del inmortal es enorme en el béisbol. Por eso su presencia inunda cada rincón del PNC Park, casa de los Piratas, en Pittsburgh y representa el orgullo latino en el béisbol en cualquier lugar del mundo.

Clemente finalizó su carrera con un promedio de .317 además conectó 3000 imparables y sonó 240 cuadrangulares. Jugó 18 temporadas en Grandes Ligas todas con los Piratas de Pittsburgh donde consiguió dos Series Mundiales (en una de ellas fue el Jugador Más Valioso), asistió 15 veces al Juego de Estrellas, ganó el Guante de Oro en 12 ocasiones y fue Campeón Bate en cuatro oportunidades.

Con información de Las Mayores/El Meridiano/Foto: Twitter @LosPiratas