20 años de 'Rafa' Márquez con Selección Mexicana

Uno de los momentos más significativos y representativos en la vida de cualquier futbolista profesional es su debut en la máxima categoría, instante que desde pequeños queda celosamente guardado en la imaginación y los sueños del joven jugador.

Siempre, cualquier debut, es algo por lo que se lucha día a día y se deja muchas veces la vida sobre un terreno de juego, más si hablamos de que sea en la Primera División o en la Selección Nacional, distinción de la que no todos los futbolistas pueden presumir en sus carreras.

Hablar de portar la camiseta de tu selección nacional es sinónimo de orgullo, es saber que representarás a toda una nación y a millones de mexicanos que algún día han anhelado vestirla sobre el rectángulo verde de las emociones, de las pasiones, aquella que únicamente el fútbol logra levantar en el corazón de los aficionados.

Pero si hablamos de la dificultad que significa ser seleccionado nacional, lo es mucho más permanecer por largo tiempo, circunstancia que pocos pueden presumir en cualquier parte del planeta.

Es por ello que hoy, Rafael Márquez Álvarez, aquel central espigado y menudito del Atlas, está de manteles largos, hoy el Kaiser michoacano se encuentra celebrando dos décadas siendo el referente en la zaga central del combinado nacional y la máxima figura del mismo.

Parece lejano aquel 5 de febrero de 1997, cuando de manos de Velibor Milutinovic y después de una pequeña confusión, participó por primera vez con la verde, dejando desde el primer instante muestra de su calidad sobre la cancha de fútbol al dar una asistencia en la victoria del conjunto mexicano sobre el ecuatoriano por tres goles a uno.

Quién no recuerda días, en que jugando para sus equipos vivió grandes tardes el joven purépecha, ¿quién no tiene en la mente esa gran final en Toluca?, en donde los Zorros terminaron perdiendo en penales con los Diablos y con Rafa como verdadero protagonista en la cancha, o las noches de fútbol en Mónaco, o la magia que desprendía ese Barcelona con el michoacano en la cancha, o ya a últimas fechas ese bicampeonato con los Panzas Verdes de León, dirigidos por Gustavo Matosas.

Han sido infinidad de momentos mágicos para Márquez Álvarez en estos 20 años, pero él siempre ha sido un bastión en la zaga del seleccionado nacional, aportando liderazgo, personalidad, temple. Sacando la casta en los momentos de más apremio y demostrando que la clase se puede llevar bien con la dureza al momento de marcar.

Aún vive en nuestra mente su destacada participación en la única copa oficial de FIFA que la Selección Nacional de México ha ganado, la Confederaciones de 1999 de la mano de Manuel Lapuente, los goles marcados ante Argentina y Sudáfrica en las Copas del Mundo, o el último en la eliminatoria mundialista ante los Estados Unidos de Norteamérica que rompió una mala racha de muchos años de no ganarles en su casa en esa competencia.

Su gran visión de juego y sus trazos tan precisos han sido participes de cuatro Copas del Mundo, su gallardía y presencia han hecho que sea el portador del gafete de Capitán en las cuatro y solamente 17 meses lo separan de ser el tercer jugador en disputar un quinto Mundial, distinción que únicamente otro mexicano y un futbolista alemán tienen.

Hoy, a 20 años de su debut con la Selección Nacional y sus 137 partidos con ella, sin lugar a dudas lo dejan como uno de los zagueros más importantes del Tricolor y a menos de dos años de Rusia 2018, parece que Rafael Márquez volver a comandar la zaga mexicana, esa a la que ha dirigido desde 1997.

Liga MX/Foto: Notimex